Para salir a tirar la basura, tengo que
atravesar el sótano del edificio, que da a la parte trasera del edificio, hasta aquí todo bien, los problemas son que
nunca había entrado en el sótano, que la luz del sótano tiene truco (que yo no
conocía) (tiene temporizador y llave muy muy antigua de las que tiene un palito
que gira hacia el lado y además esta muy duro), y por si fuera poco parece
sacado de una película de terror (seguramente de serie “b”).
La
cuestión es que:
Era un día oscuro, la nieve lo cubría todo, en
un sótano con olor a moho rancio. Ninguna ventana dejaba entrar la escasa luz
natural de la calle.
Mi gorro cubría desde bajo de mis cejas hasta
mi nuca, y mi braga de montaña tapaba mi boca para resguardarme del frío.
Me dirigí escaleras abajo después de apretar
el rudimentario botón de la luz y llegue
a un laberinto de habitaciones que se comunicaban entre si con puertas varias
dispuestas aparentemente al azar, todas ellas se abrían con la llave de mi
piso, pero ninguna me llevaba al destino deseado. La puerta trasera del
edificio.
De pronto en el laberíntico y caótico pasillo,
vi una puerta distinta al resto. Me dirigí a ella decidido y a falta de dos
metros para alcanzarla la luz se fue.
La oscuridad absoluta lo cubrió todo de
pronto, yo reaccione rápido sacando mi móvil para alumbrar el camino, antes de
intentar abrir la puerta busque una interruptor de la luz, junto a la puerta
había uno y lo presione de forma decidida.
No paso nada, concluí que debía ser la luz del
exterior. Entonces la luz del móvil se apago intente volver a encenderla, pero
por el pitido que hizo mi teléfono sabia que no funcionaria la batería se había
agotado. Entonces saque mi segundo móvil con la esperanza de que tuviese más
batería, cosa que así fue aunque el segundo móvil no tenia función de linterna,
así que debía apretarlo cada pocos segundos.
Saque las llaves de mi bolsillo, mientras
buscaba la cerradura de la puerta con la escasa luz que la pantalla me
otorgaba, probé a meter la primera llave, no entra (como dice la ley de murphy
nunca encontraras la llave a la primera). Consciente de mi error, cambio a la segunda llave, ¡sorpresa! Tampoco
entra (como dice la ley de murphy si algo puede salir mal, saldrá mal. Y si
algo no puede salir mal, saldrá mal) intento una y otra vez con las dos llaves,
pero ninguna parece funcionar.
Ante mi frustración decido volver atrás, pero
no tengo claro el camino de vuelta gire varias veces por los pasillos sin
prestar demasiada atención, ya que pensaba salir por la puerta trasera y no
volver por dentro (por eso cerré la primera puerta con llave).
Comienzo a dar vueltas desorientado, encuentro
un interruptor pero no consigo hacerlo funcionar, la luz de mi móvil crea
sombras siniestras de los objetos que me rodean, el aire es denso y desprende
un hedor que satura mi pituitaria, ¡quiero salir ya de aquí!
Entonces oigo un ruido al fondo a mi
izquierda, son unas llaves, alguien intenta entrar al sótano, guiado por el
sonido corro buscando el sonido antes de que finalice, en ese momento la
pantalla se apaga, pero antes de volver a la oscuridad absoluta vislumbro unas
escaleras.
A oscuras corro escaleras arriba buscando aire
fresco y libertad y en ese momento la puerta se abre y aparece un rostro
inexpresivo y pálido.
Entonces digo ¡Hallooo!
Y la pobre chica que abría la puerta da un
grito desgarrador mientras salta hacia atrás y cae de culo al suelo.
Yo me acerco para intentar tranquilizarla,
pero entre que mis pintas (con el gorro y la braga, no son muy conciliadoras,
que mi alemán es una mierda y el susto de ver a un tipo corriendo salir de la
oscuridad, creo que lo mejor es decir “Tut Mir Leid” (lo siento) e irme para
que tenga el ataque al corazón tranquila.
fotos de mi siniestro sotano, ok con el flash y la luz encendida da menos miedo, pero no os gustaria ir a tirar la basura
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