Al mes de llegar e intentar encontrar
información por mi cuenta por distintas fuentes oficiales alemanas, y ONGs de
ayuda al emigrante, alguien me sugirió que preguntase en la Embajada Española
(estúpido por mi parte no haber comenzado por ahí, aunque aun no era consciente
de ser un extranjero, cosa que le pasa a mucha gente aquí).
La verdad es que la situación al margen de ser
poco productiva fue divertida.
Busque información sobre la embajada por
Internet (dirección, horarios, etc.…) y no me aclare demasiado, así que decidí
personarme a probar suerte (siempre quise pisar una embajada española, no se
una de esas tontunas que se ve en las películas y decir, estoy en mi país, no
me puedes tocar. Cosa que en realidad dudo que en la mayoría de casos fuese
como en las películas) (y también me di el gustazo de hacer como Homer Simpson
cuando viaja a Australia y salta diciendo ahora estoy en Australia, ahora en
EEUU, por suerte lo hice menos veces que el y el policía nacional que
patrullaba solo me miro con cara rara y no me dio un puñetazo como a Homer).
Pues bien, después de hacer cola, en el
registro de entrada (donde me enviaron desde la entrada principal), me enviaron
a la entrada principal (me gusta la burocracia española),
Me dijeron que pidiera cita con el ministerio
de trabajo, así que pregunte y me dijeron que solo atendían martes y jueves (no
doy horarios, porque no os harán falta).
La semana siguiente, fui con el nombre de la persona responsable del área de
trabajo (mas o menos bien vestido) y dije, buenas vengo de España y quiero
hablar con x (yo lo hice por acelerar tramites y largas explicaciones, pero
debí acojonar a alguien (o se les da muy bien la diplomacia) porque me hicieron
pasar (previa identificación del DNI), salio al poco una persona bien vestida,
que se disculpo por hacerme esperar y me acompaño en el ascensor hasta la
planta (esto también es por protocolo de seguridad, no solo por mi cara
bonita). Y salio una persona muy amable a recibirme, se presento, me hizo
entrar a un despacho intrigado por mi
visita (la verdad, no me atrevo a asegurarlo con certeza, pero luego buscando
la foto del embajador de Berlín, le tenia un aire), cuando descubrió que solo
era un pringado mas que solo venia a pedir información, cambio el semblante de
su rostro en una mezcla de alivio y frustración. Y me remitió a visitar la
página Web del ministerio de trabajo en el consulado, pero ya que yo me había
tomado la molestia de ir hasta allí, decidí hacerle las preguntas que tenía
preparadas, que el contesto sin mucha seguridad el lo que decía, con una
sonrisa algo forzada.
Después de una breve conversación y sus
palabras de ánimo, me fui con la misma información que llevaba de casa, pero
con una curiosa experiencia más en mi haber.
Nota:
La Web es bastante caótica y tienen mucha
información en PDF que no es de gran ayuda, convocatorias y bastante
información nada actual (no se actualizan contenidos regularmente y es difícil
acceder a información especifica. O por lo menos, yo no se como hacerlo.
fachada lateral de la embajada
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