dimarts, 19 de març del 2013

¡OH DIOS MIO! El sótano del terror (oh Mein gott! Der keller des schreckens)





Para salir a tirar la basura, tengo que atravesar el sótano del edificio, que da a la parte trasera del edificio,  hasta aquí todo bien, los problemas son que nunca había entrado en el sótano, que la luz del sótano tiene truco (que yo no conocía) (tiene temporizador y llave muy muy antigua de las que tiene un palito que gira hacia el lado y además esta muy duro), y por si fuera poco parece sacado de una película de terror (seguramente de serie “b”).
La  cuestión es que:
Era un día oscuro, la nieve lo cubría todo, en un sótano con olor a moho rancio. Ninguna ventana dejaba entrar la escasa luz natural de la calle.
Mi gorro cubría desde bajo de mis cejas hasta mi nuca, y mi braga de montaña tapaba mi boca para resguardarme del frío.
Me dirigí escaleras abajo después de apretar el  rudimentario botón de la luz y llegue a un laberinto de habitaciones que se comunicaban entre si con puertas varias dispuestas aparentemente al azar, todas ellas se abrían con la llave de mi piso, pero ninguna me llevaba al destino deseado. La puerta trasera del edificio.
De pronto en el laberíntico y caótico pasillo, vi una puerta distinta al resto. Me dirigí a ella decidido y a falta de dos metros para alcanzarla la luz se fue.
La oscuridad absoluta lo cubrió todo de pronto, yo reaccione rápido sacando mi móvil para alumbrar el camino, antes de intentar abrir la puerta busque una interruptor de la luz, junto a la puerta había uno y lo presione de forma decidida.
No paso nada, concluí que debía ser la luz del exterior. Entonces la luz del móvil se apago intente volver a encenderla, pero por el pitido que hizo mi teléfono sabia que no funcionaria la batería se había agotado. Entonces saque mi segundo móvil con la esperanza de que tuviese más batería, cosa que así fue aunque el segundo móvil no tenia función de linterna, así que debía apretarlo cada pocos segundos.
Saque las llaves de mi bolsillo, mientras buscaba la cerradura de la puerta con la escasa luz que la pantalla me otorgaba, probé a meter la primera llave, no entra (como dice la ley de murphy nunca encontraras la llave a la primera). Consciente de mi error,  cambio a la segunda llave, ¡sorpresa! Tampoco entra (como dice la ley de murphy si algo puede salir mal, saldrá mal. Y si algo no puede salir mal, saldrá mal) intento una y otra vez con las dos llaves, pero ninguna parece funcionar.
Ante mi frustración decido volver atrás, pero no tengo claro el camino de vuelta gire varias veces por los pasillos sin prestar demasiada atención, ya que pensaba salir por la puerta trasera y no volver por dentro (por eso cerré la primera puerta con llave).
Comienzo a dar vueltas desorientado, encuentro un interruptor pero no consigo hacerlo funcionar, la luz de mi móvil crea sombras siniestras de los objetos que me rodean, el aire es denso y desprende un hedor que satura mi pituitaria, ¡quiero salir ya de aquí!
Entonces oigo un ruido al fondo a mi izquierda, son unas llaves, alguien intenta entrar al sótano, guiado por el sonido corro buscando el sonido antes de que finalice, en ese momento la pantalla se apaga, pero antes de volver a la oscuridad absoluta vislumbro unas escaleras.
A oscuras corro escaleras arriba buscando aire fresco y libertad y en ese momento la puerta se abre y aparece un rostro inexpresivo y pálido.
Entonces digo ¡Hallooo!
Y la pobre chica que abría la puerta da un grito desgarrador mientras salta hacia atrás y cae de culo al suelo.
Yo me acerco para intentar tranquilizarla, pero entre que mis pintas (con el gorro y la braga, no son muy conciliadoras, que mi alemán es una mierda y el susto de ver a un tipo corriendo salir de la oscuridad, creo que lo mejor es decir “Tut Mir Leid” (lo siento) e irme para que tenga el ataque al corazón tranquila.









fotos de mi siniestro sotano, ok con el flash y la luz encendida da menos miedo, pero no os gustaria ir a tirar la basura


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